Algunos productos llevan actualmente identificaciones relativas a la eliminación correcta de los materiales de embalaje.
Los embalajes de los productos se eliminan por separado, tanto en los hogares privados como en las empresas industriales.
Ejemplo: los residuos de papel y cartón se eliminan en un contenedor para papel, de modo que el papel y cartón usado se puede reutilizar. Lo mismo sucede con otros materiales de embalaje como, por ejemplo, los envases de metal o de plástico.
El objetivo es recoger por separado la mayor cantidad posible de materiales de embalaje usados y llevarlos a un centro de reciclaje para su reutilización. Esto contribuye a la conservación de los recursos, permite la reutilización razonable de los recursos y ayuda a evitar que los desperdicios contaminen nuestro medio ambiente.
La Unión Europea ha publicado una regulación al respecto (la directiva de envases de la UE 94/62/CE), que todos los países miembros europeos deben incluir en su legislación nacional hasta finales de 2024.